Aguas Internas

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viernes, 8 de octubre de 2010

CUADERNO DE UN VIAJE... (continuación)

A pocos kilometros de llegar, ya en la mañana, mis ojos soprendidos buscaban palmeras en el paisaje, estaba recorriendo una ruta del litoral, pero corroborando que siempre hay lugar para una nueva sorpresa, veo plantaciones de pinos. ¿Dónde estarán las palmeras?

El micro venía con atraso, no era algo que me sorprendiera, ya que habia sentido como durante largos tramos la velocidad debia ser mas que reducida, solo eso nos habia demorado. En realidad, habiamos tardado varios minutos en salir de la ciudad, no se porque dio tantas vueltas, no era nada vinculado con el transito ni mucho menos, hasta paso por un taller. Lo importante es que todo andaba bien.
Pocos minutos faltaban, en comparacion con las casi doce horas que llevaba viajando, cuando llega un mensaje al celular dandome los buenos días, cuanta atención, era un lindo gesto recibido.
Aviso, que todavia estabamos en viaje, ya que esa persona me esperaba en la Terminal de Bella Vista, la ciudad que iba a conocer. Pero cada vez estaba mas cerca, solo tarde una hora mas de la programada... y llegue!!!!
"Un día en Bella Vista, Corrientes.
Luego de atravesar medio país, mis pies logran tocar suelo correntino, la tierra mostraba los rastros de una noche de lluvia, esos charcos de agua que habia que ir esquivando, todo estaba muy mojado.
La persona que me estuvo esperando, mensaje de por medio, me aviso que no podía quedarse hasta mi llegada, la Feria del Libro requeria su presencia, para la entrega de unos premios.
Así, que al bajar del micro con la mochila al hombro entre en la estación Terminal, y veo a una pareja tomando sus mates matutinos, fui directamente a ellos y les pregunte como hacia para llegar a la Casa de la Cultura, ese por fin sería el lugar del encuentro; me miraron, y casi a duo me contaron "un muchacho te estuvo esperando con un ramo de flores, se fue hace unos minutos". Parte de esa informacion ya la sabia, por eso me encontraba preguntando sola, como llegar a determinado lugar, pero... ¿flores? ¿para mi?
Ese era el comienzo de mi día en Bella Vista.
Luego de indicarme el camino, y habiendo descartado la posibilidad de tomarme un remis como el Presidente me habia dicho, opte por recorrer las cuadras que me separaban de mi destino, caminando y sin apuro.
Habia viajado cientos de kilometros, cerca de doce horas en micro, para conocer y visitar una Feria del Libro, dicen que la primera impresion es la que cuenta, y tengo que admitir que fue sumamente agradable. Desde las personas en la Terminal, hasta el muchacho de la Estación de Servicio a quien tambien consulte para ir verificando que mi caminata iba bien, queria recorrer, pero tampoco era cuestión de perderme. Ya que llegar a ese predio, me parecía un sueño que estaba haciendo realidad.
Por eso con la mochila llena de esperanzas, fui caminando cada cuadra, mirando con curiosa tranquilidad, la cual este mismo pueblo transmitia.
Las indicaciones me habian marcado como postas que iba cruzando, caminar derecho por tal calle, llegar a la esquina del Banco Nación, y ahi doblar hacia la derecha, continuando la caminata por tres cuadras mas. Eso fue lo que hice, pero en el mientras tanto, habian una cosa que me llamaba la atención, era una cantidad de locales de ventas de zapatos que no entendi muy bien por que tantos, casi uno por cuadra, la imaginacion me responde... deben todos caminar y los tienen  que cambiar seguido.
Al poner un pie en la entrada del centro cultural, un brazo se cruzo delante de mi pecho, tenia un clavel en la mano. Si, era ese ser que me había estado esperando, era su recibimiento, su bienvenida.
Cada lugar tiene sus costumbres, y como porteña que soy, no estoy familiarizada con el saludo doble, aunque luego de varios "aca damos dos besos como minimo" y luego de varios saludos trate de no quedar tan descolocada.
Así que luego de acomodarme en el lugar, quitarme la mochila del hombro, presentarme y saludar a la escritora y periodista que estaba en la mesa de al lado, quien habia llevado su primer libro, viene hacia mi el Presidente, mi Compañero Vampiro, y me cuenta que su amigo se habia quedado dormido, entonces debia ser yo quien ocupara su lugar sacando las fotos del evento, ese momento en el que debía entregar los premios de un concurso entre escuelas que el Círculo, que él dirige, habia organizado en la ciudad.
Esa fue mi primera actividad..."

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