Aguas Internas

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sábado, 1 de agosto de 2009

MASCULINIDAD

Trabajar la propia masculinidad, parece sencillo, pero siendo mujer ¿lo es en verdad? No creo, aunque con la liberación femenina desarrollamos el aspecto amazona con mucha naturalidad.
La opción de integrar las dos partes internas, es una interesante tarea, ser femenina en un mundo masculino, debería ser completamente posible. Aunque en principio, la dualidad nos complica un poco la existencia.
Durante mucho tiempo, estuve muy peleada con mi lado femenino. Pero fue una lucha interna que logre superar, y con el tiempo el conflicto se diluyo bastante, y las partes encontraron cierto equilibrio.
No fue una tarea fácil. Pero aprendí a utilizar las ventajas de cada una, y así pude integrarlas a mi vida cotidiana. Ser femenina no es lo mismo que ser mujer, aprendí que se puede ir por la vida con dosis de fuerza, siendo totalmente femenina. Por el trabajo, hay momentos en los cuales tengo que tener una actitud un poco masculina, levanto y cargo rejas, o sea tengo que activar una fuerza física extra. Mi contextura física lo permite, total los cuarenta y dos kilos aguantan.
La entrega de energía es grande, cierta satisfacción me envuelve y completa. El sacrificio momentáneo lo justifica, la decisión de no dependencia. Siempre tuve la iniciativa de ir hacia adelante, cuando veo el tiempo transcurrido no tengo dudas y volvería a repetir los caminos.
Siempre se pueden atravesar las montañas, los miedos no deben paralizar, sino es difícil poder realizarse uno mismo.
¿Quién no siente miedo alguna vez? No se tendría conciencia, el problema es conseguir un poco de equilibrio, para poder transitarlos, solo son un sentimiento más dentro de una alma con vida. Es parte de un aprendizaje de lo desconocido.
El apoyo propio es un sostén, el esqueleto para poder transitar los diferentes caminos de la vida. Cuando aparece el cansancio, una luz se enciende y la vemos a lo lejos, ¡cuántas ganas de alcanzarla!, pero ¿qué será? no lo sabemos, pero algo nos lleva hacia ella.
¿Quedaré ciega?, ¿por qué brilla tanto, será real? y si la dejo pasar y voy hacia otro lado... abandono el camino, me quedo tranquila dentro de lo conocido, para que tengo que avanzar hacia lo que me da miedo, por desconocimiento, total algo siempre puede cruzarse y tener apariencia de amigo o familiar.
Por eso tenemos esas herramientas internas, como ser las sensaciones, lo pensamientos, el razonamiento y la emoción, podemos seguir a nuestros guías, maestros, protectores. Escuchar al cuerpo, siempre nos dice algo, pero la cantidad de veces que nos negamos a darle espacio terminan siendo incontables.
Escuchar en la acción no resulta nada fácil, y cuando nos encontramos con pocas energías tampoco, la escusa siempre es recurso, aunque podemos tomar la decisión y cambiar, es un primer paso.
Cuanto valor al realizarlo, recurrir a nuestros recursos primarios, nuestras escencias, los distintos dúos internos. Somos todos la moneda con sus lados, la luz y la sombra, lo femenino y lo masculino, la fuerza y los sentimientos... el desafío esta en aceptar, somos todos seres humanos.
Perfectos e imperfectos en nosotros mismos... la capacidad de amarnos y amar a los demás, es la semilla a sembrar, la luz que nos ilumina y acompaña en esta largo camino que es la vida.
Esta en todos, cuando la vemos, podemos superar los miedos y seguimos nuestro camino. No importa el esfuerzo, la recompensa promete ser una de las mejores lecciones.
Aceptarnos, para asi poder integrarnos, requiere primero poder conocernos, es todo un trabajo diario. Solo así comenzamos a sentirnos y amarnos.
Es la verdadera apertura del corazón, solo depende de nosotros... la fuerza y los sentimientos los llevamos dentro.

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