Aguas Internas

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miércoles, 18 de febrero de 2009

COMUNICANDONOS

Hace unos años, de golpe comencé a mirarla, hasta ese momento no le había prestado atención, pero miré hacia arriba y la vi, blanca y luminosa. Sentí que era como un puente que me unía a algo que no podía ver, ni tocar. Ahí comenzó nuestra relación, le preguntaba donde estaba mi mitad, y sentía que me respondía “en estos momentos tiene los internos ocupados”, durante meses le pregunté lo mismo, y sino estaban los internos ocupados, directamente no estaba libre o no sabía donde estaba.
Una noche, cálida y agradable, me senté en el balcón, la miré y le dije “tú compañía me ilumina, me agrada. Blanca, sos pura luz para mis ojos, ahí estas sobre mi con una silueta perfecta. Como muchas otras veces, sos confidente de mis pensamientos, sos tan real. Me escuchas, siempre, sos amigable y a la vez tenés secretos. Mostras y escondes, pero levanto la mirada y me brindas tu luz, tu energía. No pedís nada más que levante la vista y comparta una mirada, que te recuerde”.
“No me canso de buscarte, y cuando te encuentro, siento tranquilidad, sé que sos la ternura, el amor, la nostalgia, la consejera, sos una amiga incondicional”.
“Sos la inspiración, el despertador de sentimientos. Es más estoy convencida que sos el puente que une a muchas personas, sos mi puente con el compañero que no tengo a mi lado, vos nos unís sin que nos conozcamos”.
“Sos el puente entre dos mundos; muchas veces creo que distingo tus rasgos, veo tu cara. En las noches oscuras, acompañas y guías a los caminantes nocturnos”.
“Sos la luz en la oscuridad, y el ejemplo de que no todo es visible, que siempre hay algo que no es fácil de ver, o simplemente no se puede ver, lo que no significa que no existe. Tu otra cara, la misteriosa, la oculta, es tan real, existe, al igual que la que me mostras siempre. Sólo vos la conoces, por algo no la compartís. La naturaleza es sabia”.
“Es más, cuando febo domina el día, vos calladita, casi camuflada, seguís presente, siempre alerta, mirando, siempre mirando a este planeta, a todos nosotros, quienes con nuestra visión limitada y atrofiada, la mayor parte de las veces ni nos fijamos en tu presencia”.
“Algunos días te busco, y te encuentro, y me agrada descubrirte de día. Sé que levanto los ojos, y ahí estas apenas visible, pero vigilante, me das calma, seguridad, energía. Me invade el humor”.
“Cuando el acelere forma parte de mi, de golpe recuerdo que no te veo desde hace tiempo, y necesito buscarte, y encontrarte”.
“Hay días que tu cara me sonríe cómplice, sos mi compañera, consejera, sus única. Luna, equilibras, espero no perderme en este mundo, y encontrarte siempre, recurrir a vos es garantía de que voy a encontrar la dirección correcta, gracias a tu grandioso poder, la iluminación, la luz potente que nos regalas noche a noche”.
“Gracias, sos mi satélite, la guía inspiradora para buscar, y encontrar los caminos. De noche, de día, siempre estás. Siempre estoy, no me olvido de vos, te busco y te encuentro. Sólo hay que saber mirar, ver desarrollar los sentidos. Vos sos la representación de ellos. La inspiración. Amor, sólo amor. Sos compañía. Sos la luna, el satélite de todos, la encargada de vigilar los sueños de la humanidad, y la consejera de los desvelos. Gracias”.
Luego me fui a dormir.
Una madrugada, me desperté y necesite volver a escribirle, estas fueron mis palabras:
“Hace unos días que elevo la mirada, y no te encuentro, te busco y no estás. ¿Dónde te metiste? ¿Cuál es tu escondite? Sola me dejaste, tu luz me hace falta. Salgo, y no te veo. Pero sé que tarde o temprano vas a aparecer, no podes ocultarte eternamente.
Nadie lo puede hacer. Aunque, a veces el tiempo parece lento al pasar, no se detiene, avanza, sigue adelante siempre, no nos abandona a ninguna. Así, que estoy segura que este desencuentro no va a durar mucho, debemos simplemente estar a destiempo, seguro que cuando te busco ya pasaste, o tal vez estás en un período de descanso. Son solo unos días los que nos separan, la eternidad no existirá jamás entre nosotras.
¿Qué será lo eterno? ¿Algo dura para siempre? Soy momentos, no rígida, cambio, avanzo, camino, me pierdo, voy y vengo. Soy la vida, el eje central, el camino principal. Aunque tu luz no me alumbra, en estos días veo igual. No quede a oscuras total, algo de luz propia tengo.
Pero igual, quiero verte, saludarte y saber que, por un instante, me unís. Sumamos nuestras luces, nos comunicamos, nuestras caras comparten e intercambian miradas; ya hemos pasado otros desencuentros pero los hemos superado. Nos encontramos, y siempre tengo la impresión que cuando sucede, hay una fuerza más grande, siento que la atracción se potencia, la luz es más brillante, potente. Sumamos, a dos lo convertimos en uno.
Aunque no te vea, sé que estas, siempre. Sos luz, vida, amor. Sos vos, soy yo. Somos todos y todas. Sos tiempo, sos la marea, los ciclos, bailamos a tu ritmo, sos acompañante, energía. Sos pura luz, pero no encandilas cuando se te mira, dejas verte, no herís mis ojos, te puedo mirar sin lastimar mi vista. Luz blanca, dulce, romántica. Sos dos caras, la que me mostras y la que ocultas, sos dos en una. La totalidad, sos vos misma. Sos de todos.
Esta noche esta por terminar, pero vendrán otras. De un momento a otro esos rayos dorados van a enceguecer mis ojos, van a dar comienzo a un nuevo día, la ciudad lentamente despierta, va a ir aumentando su ritmo enloquecedor. Todos nos vamos a movilizar, de un lado a otro, caminaremos juntos y separados a la vez, cada uno en su mundo, pero compartiendo el mismo espacio. Vivimos atravesados por esos rayos amarillos.
El calor, su calor nos va a abrazar durante las horas que nos acompañe, va a ir en aumento, hasta casi volvernos locos. A veces llega a hacer irrespirable al aire. Pero él, también, es vida, luz y calor.
Sin él, vos y yo no seriamos compañía. En realidad, sin el sol y la luna, no sería yo, no habría vida. Ni mundo posible. Ni el mío, ni el de nadie. Sol, luna, mujeres, hombres, vida, simplemente la naturaleza misma. Somos naturaleza pura. Soy yo. Somos todos. Somos uno mismo.
Febo asoma, tras sus rayos, ilumina, nos va a iluminar, y a decir por la elevada temperatura de estas primeras horas, nos va a complicar un poco el día, aunque miro al cielo, y desde la cama, creo ver que una nubes nos van a proteger un poco.
Pero ya conocemos que la suma de calor más humedad, igual día pesado.
Así que al día pesado, mucha paciencia, y muy buena cara”.
Al levantarme veo que las nubes brillan por su ausencia. Solo rayos, y elevada temperatura dominan el día.
La calle me espera.

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