HASTA CUANDO...

Meditando... meditando... fue imposible encontrar otro tipo de respuesta, pero no me alegra en lo mas minimo. Desde los dieciocho años para un día de elección fue una celebración, la politica es parte de la vida, de la mia, pero los partidos politicos, y quienes dicen que representan me han colmado la paciencia. Es mas hace tiempo decidi no volverlos a escuchar, no me importa bandera, color, ni direccion, en un punto los veo que se encuentran y es en la desilusion que año tras año, día tras día construyen sin poder mirar que es lo que gira a su alrededor.
Jamás eludiría un derecho, y el voto es mi derecho, elegir tambien lo es, pero que pasa cuando llega un momento en el que no puede existir mas la intension de querer elegir tomando como un parametro lo que se considera un mal peor. Basta, eso fue lo que dije en esta oportunidad, y contraria a mis formas, a mis raices y con un dolor que llega hasta los huesos por primera vez decidi impugnar el voto. Ya no existe veda electoral, nada me prohibe expresar mi decision.
Lo mas grave es que no se huele algun viento de cambio y este año parece que nos toca elegirlos demasiado seguido.
Tengo la conciencia muy tranquila, aunque me sienta dolorida. Por que impugne y no deje el sobre vacio, luego de mi primera votacion para presidenciales fui recorriendo un camino de participacion como ciudadana libre, jamas accedi a llevar un cartel partidario. Cuando tenia diecinueve años fui la primera en entender que no podia simplemente asistir al acto como una votante mas, sino que me tenia que comprometer con el acto. Fui me inscribi como fiscal de mesa, era el granito que consideraba podia aportar para controlar esa mesa que me asignaran sabiendo que no podia confiar en el sistema desde afuera solamente. Aunque reconozco en el barrio que vivo, la ciudad que me ve crecer no suele ser un districto conflictivo y donde el fraude se haga carne. Pero no me podia trasladar a distritos mas alejados, pero se que las letras vuelan.
Ese aporte lo repeti en un par de elecciones mas, y no eran momentos en los que se pagara por participar de un derecho como ciudadana. Cuando decidi no anotarme mas, el Estado me comenzo a llamar como autoridad, y con la mayor de las responsabilidades y la alegria de ser parte de un día que considero festivo siempre puse de mi lo mejor.
Desde las siete de la mañana hasta pasadas las ocho de la noche que es el tiempo que nos dura la participacion ciudadana, puse de mi lo mejor, tengo un monton de satisfacciones que me dejaron esos momentos.
Una de las anecdotas que recuerdo a pesar del tiempo, fue la primera vez que fui presidenta de mesa, luego de emitir su voto una señora viejita de cuerpo, no de alma, cuando le entrego el DNI, me toma de la mano y me pregunta si podia decirme algo, por supuesto que si, con una sonrisa en su cara arrugada me dijo unas palabras que me llegaron al corazon. "TE AGRADEZCO... Y FELICITO" , sorprendida, yo solo habia repetido lo mismo que habia hecho durante todo el día, firmar y sellar el domumento, chequear el padron, y entregar el sobre, asi que le pedi que me explicara por que... "PORQUE EN LOS AÑOS QUE TENGO... JAMAS ME TRATARON TAN BIEN EN UNA ELECCION"... la verdad no podia creer lo que escuchaba, la mire y con cariño le dije "MIRE YO TENGO QUE PASAR TODO EL DIA HACIENDO ESTO... SINO TENGO ALEGRIA SERIA DIFICIL ESTAR SENTADA AQUI... SOLO HAGO LO QUE PUEDO"... tomo su documento y se fue.
Ese fue mi debut como autoridad, en un día que fue algo tranquilo y agitado a la vez, era la unica en la mesa, solo me acompañaron dos fiscales y cuando todo termino, me di vuelta y se habian ido todos, me quede sola en el cuarto con la urna, las boletas, las planillas, asi que tome en mis manos lo que considere mas valioso y lleve esa caja de carton a los muchachos del correo, que cuando me vieron llegar sola se ofrecieron acompañarme para llevar todo lo que debia devolver.
Este llamada se volvio a repetir, lo que mas me dejo maravillada era que muchas de las mujeres que volvian a pasar se acordaban de mi, es mas ese eleccion nos llevo a una segunda vuelta, y ahi unas hermanas de una inmobiliaria del barrio me trajeron un paquete de facturas... como dice alguien en mi familia fue UNA SATISFACCION MORAL.
Creo que por eso me duele sentirme indiferente, harta, hasta asquiada, pero no solo con los que se postulan para administrarnos sino con las propias bases ya que no logro comprender que es lo que se quiere... jamas votaria a un muñeco de torta que nos sale carisimo, que a los derechos basicos los tiene completamente postergados, pero tampoco votaria a quien fue impulsor de un golpe fatal a la educacion nacional.
Lo lamento no me presentan alternativas.... me duele llegar a este extremo =(