Aguas Internas

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miércoles, 20 de abril de 2011

UNA MUDANZA...

"Hola tía Zurdi... estoy muy mal", fue el comienzo de un nuevo cierre de ciclo. Era una oportunidad que se presentaba ante mis ojos, es que esta sobrina del corazón tenía los días contados para dejar el monoambiente que compartía con dos amigas.
Nuestros caminos se cruzaron hace poco más de un año, mientras transitaba una pequeña crisis y por motivos internos tuve que parar casi por completo mi actividad. Digo casi, ya que la búsqueda de respuestas me hacia entender el momento como una parte, dolorosa, fuerte, donde la sensación de desprotección era una constante, pero tenía conciencia que el mañana iba a llegar, y el aprendizaje echo carne jamás lo voy a olvidar.
El proceso paso a paso fue avanzando, y así fue que llego este momento en el cual la esencia de la vida, para mi individualidad cada día va profundizando, por eso cuando esta sobrina del corazón me buscó para tratar de encontrar alguna solución, resulto ser que también era una oportunidad para volver a empezar.
Así fue que al día siguiente, fui a buscarla al local y le propuse que juntas comencemos este cambio, ella en diez días quedaba en la calle, en cambio mi persona no tenía plazo alguno, pero la toma de decisión estaba fortalecida.
"No te preocupes... algo se me va a ocurrir", y eso fue lo que sucedio. Tuve una idea, era el momento de buscar un departamento en la zona y compartir los gastos. Ella me comenta que una amiga justo le habia propuesto lo mismo, era una buena propuesta, alguien que además prometía, por sus estudios no estar presente en la semana, ¿cual podía ser el problema con una persona que solo iba a venir los fines de semana? A simple vista ninguno, hasta que hablo, jajajaja.
Con mi compañera comenzamos a averiguar departamentos de tres ambientes, la idea era compartir, convivir, no amontonarnos. Dentro de lo posible, que podamos tener un espacio para respirar.
La verdad se nos presentaba un poco complicada la posibilidad de encontrar ese lugar, un llamado tras otro, una visita tras otra a las inmobiliarias, cuando a ese prototipo de mujer uniformada, ya que esta señorita era estudiante del Liceo Militar, mi sobrina le comento que estabamos atrás de un espacio con dos dormitorios, tuve la brillante idea de contarnos su idea, que inmediatamente la dejaron fuera.
"Quiero la habitación para mi sola... ya que voy a ir con mi novio", eliminada de la futura casa, y sin cruzar una palabra conmigo. La idea era convivir entre mujeres, y la presencia de un hombre ya nos cambiaba la libertad de salir del baño en corpiño. El poder de la depilación sin protocolos, no eran cuestiones menores para un sana convivencia.
De golpe recorde una charla con una compañera del local de al lado, pero no estaba muy segura, pero tenia la idea de que me habia dicho que se queria mudar. Como estaba de vacaciones, le mande un mensaje al celular para confirmar mi recuerdo. Si era verdad, asi que al grupo seguia siendo de tres.
Asi que la velocidad se fue apoderando de nuestro ritmo cotidiano, y los resultados no tardaron el llegar, claro que tuvimos algunos contratiempos, pero los fuimos sorteando como surfistas expertas.
Y en quince días teniamos el contrato firmado, dos días después estabamos mudadas, y el primer fin de semana se sumo la tercera conviviente.
Debo admitir que en los tiempos turbulentos en los que estoy viviendo, casi nada me sorprende, soy como el mar en continuo movimiento, pero con la confianza que me da el conocimiento depositado en cierto entendimiento logre un acuerdo con el momento de cambio que el universo me guiaba, resistirme hubiera sido poco saludable, y encontre la oportunidad para combinar el pasado que necesitada renovacion con la nueva vida.
Me mude a la vuelta de la esquina, y descubri las ventajas y los costos de mudarme a pie.
La transformacion me hacia oposicion entre la que era, y la que tenia que ser. Aca me encuentro más confiada en los procesos de la vida, se que las corrientes no se detienen, pero hay que estar preparadas para poder ver la oportunidad cuando alguna ola nos deja asomar y solo queda relajar.
De todo este cambio ya paso un mes... y se que cuando logramos cerrar un ciclo, le damos la posibilidad que comienzo otro nuevo, aunque nuestras esencias no las perdemos, somos cada vez mas autenticas.

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