FALTAN POCAS HORAS...

Es un momento de tensión, es cierto, pero es eso simplemente. Aunque en lo más profundo sé que nada es negativo, todo lo contrario es un hermoso salto dando forma al maravilloso arte que es vivir.
Faltan pocas horas para presentar ese recopilado de historias, anécdotas, vivencias que lentamente le fui dando un cuerpo hasta que el mundo pueda llamarlo libro.
Siempre fue sentido como tal, desde el momento en que dentro de mí nació la idea de escribirlo.
Con una lenta respiración profunda acompaño este instante, donde los nervios acompañan, pero sé que puedo comprenderlos y hacer que se canalicen sanamente, sin que me afecten fuera de lo normal.
Es fácil escribirlo, pero cuando las fichas caen rápidamente, y una se descubre mareada, con poco espacio para poder desconectar, y el cuerpo da muestras del momento. Solo sé que me tengo que parar en el lado positivo del aquí y ahora, y cuidarlo con la fragilidad que tiene por ser un nacimiento.
DESDE ADENTRO sé que tiene un potencial enorme, mucha fuerza, y tengo la plena confianza de que es justo lo que quería a fuera, esa puerta de entrada al propio mundo interior. Con la astucia de una leona, hace meses comencé a preparar el terreno, a sembrar esa semilla de potencial vida, y ahora es el momento de cosechar un primer fruto.
Hace unas semanas me preguntaron ¿estas preparada? El miedo me dice que no, pero en silencio me sumerjo más profundo y encuentro esa fuerza arrolladora que es la confianza, y sé que me encuentro fuerte, lista para continuar transitando el amor hacia la creación de nuevas vidas.
Este es un momento de renovación, que permite quitar viejas células, y lentamente volver consciente el nuevo estado transformado. Es una pequeña parte del espiral que es la vida...