LA LENTITUD DUELE!!!!

Era el momento de comenzar a trabajar el cuerpo, y el surtido de ofertas en el mercado se presentaba grande. Pero desde hace un año tenía en la mira comenzar a practicar yoga.
Así fue que llegue a un centro no muy popular, bastante nuevo, dentro del barrio, averigue por las actividades que se realizan y la atención se dirigía a dos, yoga y tai chi.
Pero en ese primer impulso continue la idea original, volví a casa, agarre el dinero necesario, me cambie y fui a comenzar el primer mes de ejercicios luego de varios años.
Ya en el salon me presente con la profe, una joven mujer que no creo que tenga muchos mas años que yo, por supuesto admití que era mi primera vez en la practica. Algo que no iba a poder disimular, aunque quisiera.
Posición de loto, y a comenzar... girar el cuello para un lado y para el otro, era un logro llegar a elongar cada parte de mi contracturado cuerpo. Se que no esta en mi esencia el relax, pero algo nuevo habia que probar, y una hora era un tiempo mas que interesante para intentar aflojar cada nudo muscular.
La propuesta incluia dos veces a la semana, ya llevaba tres clases, cuando se cruzo el tai chi como prueba. Que descubrimiento interesante, coordinación, equilibrio, movimientos dinámicos, un despertar de conciencia aplicado al cuerpo.
Fui a la clase de prueba, era la única alumna, así que fue un encuentro particular, donde el tiempo fue transcurriendo con cada movimiento, y la comprensión al sentir la lentitud fue algo que me agrado mucho.
No es fácil aquietar a la amazona, pero sabía que era algo necesario, y creo haber encontrado una herramienta, para tratar de conseguirlo. Dos veces a la semana elongar el cuerpo, y una relajarlo en movimiento.
Tengo que admitir que en este momento me duele absolutamente todo, hasta los pelos de la nuca, pero se que valio la pena.
Aprendí que la lentitud a veces duele....