Aguas Internas

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martes, 9 de junio de 2009

LA FUERZA INTERNA

La consigna era encontrar al propio héroe o heroína, música de fondo, cerrar los ojos y dejar volar la imaginación. Parece tarea sencilla, pero al dejar volar la mente, ¿que me puede pasar? ¿Qué puedo encontrar en mi mundo imaginario?
Bueno, peor que la realidad no puede ser, así que a volar.Requisito muy importante, entregar mente, cuerpo y alma, la causa era justa, encontrar mi propia heroína, esa partecita mía que me ayuda y acompaña para no bajar los brazos, cuando siento que no se como seguir.
Cerré los ojos y me entregue. Con el primer compás se abrió el telón, y entro en acción.
Sí era ella, una niña brujita-maga, que con su varita y sus hechizos todo lo transformaba, tanto cosas como lugares. Era puro movimiento, alegría, un personaje encantador.
Bailaba y se movía a su propio ritmo, mientras en su olla cocinaba sus pociones, la cálida cabañita estaba en un bosque.
Decide salir a pasear y ver que cosas nuevas descubría. En su escoba, y sin soltar la varita vuela por un espacio mitad blanco, mitad negro, pero ella se desplazaba por la parte blanca junto a unos pájaros que la acompañaban.
Ya siendo una joven mujer, y aún teniendo su varita mágica, danzaba mientras caminaba sobre el agua, donde unos cisnes giraban a su alrededor. Un río de estrellitas, que salían de su varita, completaban la escena. Todo era mágico.
Tenía el poder de ir transformando los colores del espacio que transitaba, así era su vida, hasta llegar al arco iris.
En su camino, también tuvo que caminar y bailar en el fuego, ella sabía lo que hacia, todo lo observaba, pero no sufría. No se quemaba, solo lo transitaba.
Por supuesto, todo esto era una entrega de energía enorme, así que como en determinado momento necesita dormir. Se acuesta en un ambiente cálido y totalmente blanco, como si fuera el cielo. Pero mientras esta joven bruja-maga descansaba, unas pequeñas hadas se acercaban y le
daban besos en sus mejillas, hasta que despertó. Con sus energías renovadas.
Seguía su camino, y a su paso el espacio blanco se volvía a transformar en su bosque inicial. Pero, ya no era una imagen de niña fantasía, y aunque seguía teniendo una varita en su mano, la imagen era una mujer humana.
Al final de la consigna, dan la orden de volver a la realidad, y mi heroína bruja-maga, con su varita en mano aparece en la zona de Plaza Italia, con el fondo escénico que dan el Jardín Zoo y el Botánico.
Al compartir estas imágenes me preguntan, por qué Plaza Italia en la vuelta a la realidad. Simple y sencillo, es mi escenario real, vivo a muy pocas cuadras.
Todo este relato es un principio, el comienzo de un camino, cuento con mi varita mágica, pero no se a donde me dirijo. El tiempo respondera.

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