Como confiar sin escuchar,
El cuerpo avisa cuando la miseria vuela cerca,
Radares encendidos como miradas profundas,
Sin tiempo se quita el velo,
Y aunque mueren los intentos,
Imposible no encontrar ese desperdicio humano.
La desconfianza y soberbia empobrece,
Oscurece esa alma humana,
No existe espejo que decore
Ni adorne la bruta cascara,
Aquella que solo cubre la mayor
De las miserias esa incapacidad de construir
Relaciones con confianza.
Mira en tu interior,
Ser soberbio y desconfiado,
Lleno de chapas viejas y oxidadas,
Sin elástica sensibilidad,
Solo piedras envenenadas.
Un dia de retraso,
Una llamada,
Solo muestra de pobreza,
Escasa riqueza en esencia,
Alma perdida y espíritu magro,
Las llamas te consumen,
Solo muestras de miseria,
Lo eterno es efímero,
Lo luminoso es tesoro,
Lo oscuro desafíos,
Lo grandioso es piel
Elástica, húmeda, y llena de vida…
Intento sin prejuicios,
Pero inevitable es el choque
Cuando la experiencia atraviesa vidas,
Y las fronteras se disuelven
Ante nuestras miradas perdidas,
Un intento sigue a otro,
Hasta conseguir ser uno…
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